Europa, camino de la gloria

La conocida astrónoma y futura senadora por Valencia, Lady Pachín, predijo en su día que, siendo Obama presidente de USA, y entrando Zp en la presidencia europea, era inevitable que se produjera una conmoción cósmica.
Para ir ambientando tan feliz acontecimiento, en primer lugar se le dio el premio al telediario de las 9, de la 1, como el mejor informativo del mundo. A esa hora se preveía que ya estaría elegido el primer presidente y la primera ministra de exteriores de la Unión Europea. Ellos acogerían al presidente bis, Zp, arropando la conmoción del universo.
No pudimos resistir la tentación de ver el acontecimiento en la 1, en el mejor telediario del mundo. La información fue, como siempre, objetiva. Se repitieron las votaciones hasta que salió lo que tenía que salir, según la nueva concepción de la democracia, exclusiva de la Unión Europea. Y salieron un inútil y una inútila, como estaba previsto.
En el nombramiento de los nuevos prócer y prócera resplandeció el espíritu europeo. Ni el presidente, ni la ministra valen para nada. Pero tampoco tienen nada que hacer. Ya se ha visto que cuando alguien en Europa se pone a hacer algo sólo crea conflictos. Los altos cargos son necesarios, pero es mejor que no enreden. La Merkel y Sarkozy se apañan muy bien solos.
Solana fue el encargado de escenificar que Europa está por el amor, y no por la guerra. No se sabe si le dio cinco achuchones a la nueva ministra, o le dio uno y lo pusieron cinco veces. Zapatero, solitario, observaba reflexivo. ¡Cuánto tenía que aprender de las viejas glorias del partido! Solana, sin valer para nada, llevaba allí siglos. Y cómo achuchaba. Pero él, con Obama, haría enloquecer al cosmos.