sábado, 19 de diciembre de 2009

Y Federico no estaba...

Esta semana el Ilustrísimo, Excelentísimo, Inteligentísimo, Prudentísimo, Expertísimo y de reconocida bondad Presidente del Gobierno nos ha obsequiado con dos actuaciones estelares.

La primera en la concentración planetaria de vividores que, aburridos de la capa de ozono, pretenden continuar su negocio calentando el planeta. Al Gore acaba de decir que también está aburrido del CO2, y que eso ya no es lo que calienta el planeta. Una excusa para hartarse de comer y fornicar otra vez dentro de seis meses.

Cuando le llegó a Zp el turno de deponer en la concentración, lo tenía difícil. Dos indios habían dado una solución difícilmente superable. Sea el CO2, la capa de ozono, se caliente el planeta o se enfríe, la solución es acabar con el capitalismo. Zp afrontó la situación con valor, y se puso a hacer también el indio. Pronunció la frase que hará cambiar la historia: "la tierra es del viento". La frase dicen que no es de un indio, sino de un hipy. Qué más dará.

La teoría clásica de la izquierda decía que la tierra es del que la trabaja. Por eso a los trabajadores les caen todos los impuestos. El progreso de Zp es espectacular, la tierra es del viento. Será el viento, que se encargará a partir de ahora de tributar por la tierra.

La segunda actuación del Presidente fue la de buscar los restos de García Lorca. El mundo estaba en un sinvivir. La actuación de Zp, le ha devuelto la paz. El planeta ya sabe que Federico no estaba allí.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El rencor del fracasado

Ayer celebramos una enorme fiesta. Hoy toca ya volver a la basura. Y esta mañana, leyendo la Biblia, encontré una frase que viene muy bien al caso, "el hombre no se fortalece por la impiedad" (Prov. 12, 3).

Desde que Zapatero presentó en sociedad a sus hijas, no para de hacer el ridículo a cuatro manos. Quizá lo menos esperado es que se descubriera que pone toda su ilusión en las sex-shops. Sabíamos que es un hombre ridículo, pero esperábamos de él algo de seriedad. Este descubrimiento, realizado gracias a una de sus terminales en Badajoz, es, sin embargo, la pieza que faltaba para que encajara el puzzle. Es un perfecto degenerado, que baila al son que le toca el pito.

Zpito es un hombre torpe e inconsciente. Un bobo integral. Estos son los más suspicaces ante el ridículo. Porque se enfadan cuando lo hacen, y cuando se creen que la gente les toma el pelo. Y con el carrerón que lleva desde que conocimos a las brujas de La Moncloa, está que explota. ¿Y con quién lo paga? Desde luego, ni con los piratas de Somalia, ni con el Rey de Morería, ni con el emperador de Gibraltar.

Así que ha volcado todo su rencor sobre los niños. A los que se le han escapado, y han podido nacer, los quiere convertir en su imagen, unos degenerados viciosos. Pero a los que todavía no han nacido, no les dará la menor oportunidad. Así son de fuertes los impíos. Que, además, tuvo que sobornar a los líderes de las masas Llamazaritos, y otro conocido pirado catalán.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La Inmaculada




¿No estoy yo aquí? ¿No soy tu Madre?
(Pincha aquí)

domingo, 6 de diciembre de 2009

Zp, lo que no se puede decir, pero conviene saberlo (y II)

Aparentemente las diferencias entre los masones y la niña del El Exorcista son abismales. Pero no lo son tanto. En la niña se manifiesta de forma repugnante la miseria humana en que la ha convertido el espíritu que la posee. Los masones se presentan de forma elegante. Pero sus acciones manifiestan la peor miseria humana, cubierta con una gruesa costra de hipocresía. Y es tanto más repugnante cuanto que la niña ha sido poseída, mientras los masones han decidido libremente aplicarse a hacer el mal, y no saben hacer otra cosa. La señal de que el espíritu es el mismo se ve en que los dos muestran el mismo odio irracional a la cruz. Eso sí, los masones planifican arteramente destruirla. Y no se desvían de su obsesión.
Por eso Rajoy será siempre sumiso a Zp. Para enfrentarse a la niña de El Exorcista se necesita bastante más carácter del que él tiene. También lo conocemos hace años. Le dan arrebatos de energía cuando ve que alguien le quiere mover el sillón. Pero enseguida vuelve a su estado natural, entreteniéndose en cosas facilitas. Le aterra oponerse a la absoluta y archidemostrada incompetencia de Zp.
Los malos son malos. Y una marioneta como Rajoy no tiene nada que hacer contra ellos. Porque le mueven las cuerdas con su habitual descaro, y baila siempre al son que le tocan.

Zp, lo que no se puede decir, pero conviene saberlo (I)

En la película "El Exorcista" hemos podido ver las extrañas reacciones que experimentan las personas que no son muy aficionadas a la cruz. El que parece ser archipámpano de los Hermanos Masones en España ha declarado que le parece muy bien que se quiten las cruces de las escuelas. Y sin embargo, no le giraba la cabeza como si la tuviera pasada de rosca.
Puede pensarse que se trata de dos fenómenos diferentes. Uno sería el caso de una posesión diabólica, y el otro el de una persona culta y razonable, que no cree en supersticiones. Pero si la película se pasa ligeramente en fantasía, pensar que los masones son gente culta y razonable supera en fantasía a la propia película.
Sin recurrir a teorías ni a informaciones contradictorias, tenemos en el gobierno todo un plantel de especímenes masones. Hace innumerables años que conocemos a Rubalcaba y a la Vicevieja Fernández. Los vimos cómo mentían como bellacos cuando conspiraban con Felipe González para asesinar y robar. Hace menos años que conocemos a Zp. Lo vimos encaramarse a la Moncloa trepando sobre 192 cadáveres, mintiendo sin parar, y obsesionado con convertir el asesinato en una virtud. Y hace pocos meses que conocemos al gordito Caamaño, feliz de colaborar en hacer legal el asesinato.
Hay que ser tonto para no darse cuenta de que los Hermanos Masones son criminales, que mienten con un descaro que asusta. Incompetentes profesionales, maestros de la ruina.