miércoles, 9 de diciembre de 2009

El rencor del fracasado

Ayer celebramos una enorme fiesta. Hoy toca ya volver a la basura. Y esta mañana, leyendo la Biblia, encontré una frase que viene muy bien al caso, "el hombre no se fortalece por la impiedad" (Prov. 12, 3).

Desde que Zapatero presentó en sociedad a sus hijas, no para de hacer el ridículo a cuatro manos. Quizá lo menos esperado es que se descubriera que pone toda su ilusión en las sex-shops. Sabíamos que es un hombre ridículo, pero esperábamos de él algo de seriedad. Este descubrimiento, realizado gracias a una de sus terminales en Badajoz, es, sin embargo, la pieza que faltaba para que encajara el puzzle. Es un perfecto degenerado, que baila al son que le toca el pito.

Zpito es un hombre torpe e inconsciente. Un bobo integral. Estos son los más suspicaces ante el ridículo. Porque se enfadan cuando lo hacen, y cuando se creen que la gente les toma el pelo. Y con el carrerón que lleva desde que conocimos a las brujas de La Moncloa, está que explota. ¿Y con quién lo paga? Desde luego, ni con los piratas de Somalia, ni con el Rey de Morería, ni con el emperador de Gibraltar.

Así que ha volcado todo su rencor sobre los niños. A los que se le han escapado, y han podido nacer, los quiere convertir en su imagen, unos degenerados viciosos. Pero a los que todavía no han nacido, no les dará la menor oportunidad. Así son de fuertes los impíos. Que, además, tuvo que sobornar a los líderes de las masas Llamazaritos, y otro conocido pirado catalán.

4 comentarios:

  1. De Berlusconi se cuenta y no acaba, pero al menos no molesta a los niños. En cambio, al Zpito, igual se le acaba encausando por corruptor de menores. Y no es broma, si el Rajao tuviese dos dedos de frente, ahí tiene algo perfectamente claro y contundente.

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  2. En nuestra anterior reencarnación escribí, no recuerdo cuando, que la diferencia entre un pederasta y Zpito es que Zpito es aforado.
    Puede que el Rajao sueñe con las mismas fantasías de Zpito.

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  3. Seguro, compañero de ametrallamiento en la cuneta, sólo que es un sueño recurrente por su obsesión de ser Califá en lugar del Califá. Si Zpito se tira desde lo alto de un puente, el buen Iznogut se apresurará a hacer lo mismo sin pensar.
    Es que pensar no es lo suyo, cansa mucho.

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  4. Es un individuo peligrosísimo.
    El daño que ha causado a este país, a la convivencia, a su intento nada camuflado de dinamitar el proceso de Transición,de modificación de la Constitución de manera torticera vía Estatutos, de hundimiento de la economía y de su modelo económico,del progreso y el empleo generado en diez años,...es inmenso.Trágico.

    Es un cáncer,una lacra, un plaga que llegó a la Moncloa aupado sobre 192 cadáveres y regurgitado por el odio y la bilis de una izquierda,-la más radical y garbancera de Europa-, que no perdonaba que la derecha y Aznar hubiera gobernado ocho años en este país.

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